sábado, 10 de junio de 2017

Esperanza imponente


Su entrada fue imponente. La sala no estaba llena pero su aparición fue tan regia, con su vestido rojo y sus zapatillas plateadas, que captó la atención desde el primer momento.

Ella era el centro de atención en el escenario y a sus espaldas estaba la Orquesta Sinfónica de Venezuela, cubriéndola, apoyándola, con la certeza de hacer aún más grande la presentación que estaba por iniciar.

Saludó a los miembros de la banda musical en señal de comenzar su recital. Los violines fueron los primeros en sonar mientras su cara reflejaba una profunda concentración a través de sus ojos. Acto seguido, sus dedos comenzaron a jugar con las cuerdas del violonchelo. Su pasión se fundió con la música a medida que estaba tocando el instrumento. 

Las notas musicales de Tarsy Mata estaban saliendo de su alma y se traspasaban en su violonchelo, haciendo deleitar a los asistentes, especialmente a sus familiares, quienes estaban en primera fila de la Asociación Cultural Humboldt, para ver su interpretación. A medida que transcurría su concierto, su mamá se cercioraba -asintiendo su cabeza-  que ella lo estaba haciendo bien en cada tonada. 

Fue genial contemplar ese veloz juego de sus dedos para dar sonidos agudos y graves, éstos últimos exquisitos, al tiempo que le dirigía miradas a su orquesta para advertir sus siguientes movimientos musicales. De vez en cuando, ella dejaba entrever una sonrisa en medio de su desempeño sobre el escenario, que hacía una increíble cofradía con las melodías musicales que parecían que la abrazan, haciendo destacar su discreto lunar en su brazo derecho, cerca de su hombro. Deleitó a los presentes. 

Los aplausos de pie que le regalaron los asistentes fueron reflejo que su interpretación en Re Mayor de la Op. 101 de Haydn, Hob VII B2 llegó al alma de los asistentes en el mismo tiempo en el que en Cardiff el Real Madrid ganó su Champions 12 frente a la Juventus.

Antes de retirarse estrechó las manos de los músicos que la acompañaron, reconociendo su labor, y recibió un inmenso ramo de rosas violetas en señal de agradecimiento por regalar lo mejor de su arte y de su ser, demostrando que a través de la música existe una Venezuela posible, que está llena de esperanza imponente. 

VEA LA INTERPRETACIÓN DE TARSY MATA: 



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