Respirar, parpadear, escuchar, ver, oler, hablar y tocar son acciones innatas que hacemos los seres humanos y que no notamos su valía.
Cuando comprendemos el infinito valor de dichas acciones, entendemos que como seres humanos somos poderosos y que tenemos herramientas que nos permiten construir maravillas y hacernos especiales.
Hay personas que no pueden ver, oír o hablar, personas con alguna discapacidad física que no se rindieron ante la adversidad y que agudizaron sus otros sentidos para explotar su talento.
Somos bendecidos, somos auténticos y únicos. Somos afortunados.
Entonces, ¿Por qué desperdiciar tan infinita fuente de poder con malas acciones y conductas llenas de maldad? Somos nosotros, los seres humanos, quienes hacemos único y mejor el planeta en el que vivimos.
J$! 11
jueves, 29/5/14
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